La técnica craneosacral es una técnica nada invasiva que, mediante el tacto y el contacto manual, ayuda a restablecer el funcionamiento ideal del cuerpo.
El tacto del facilitador experimentado siente, escucha y percibe dónde los tejidos del paciente están tensos y bloqueados. Un tacto que se comunica con el cuerpo, lo respeta y ayuda a éste en su proceso de autocorrección.
El sistema craneosacro lo forman las meninges y el líquido cefaloraquídeo que rodean al sistema nervioso central. Éste líquido es bombeado a lo largo del sistema, lo que produce un pulso propio muy sutil que es posible percibir en todas las estructuras del cuerpo, especialmente en cráneo, columna y sacro. Con una suave presión se localizan sus restricciones y se corrigen.
Al ser una técnica tan suave y respetuosa no presenta contraindicaciones ni efectos secundarios.
Está indicada para aliviar dolores de espalda, rebajar el tono muscular en épocas de estrés y ansiedad, dolores de cabeza, tensión mandibular…. pero lo que todo el mundo comenta después de una sesión es la cantidad de nuevas sensaciones percibidas, el estado de relajación tan profundo y la claridad mental que se consigue.
En esta época que nos ha tocado vivir, en dónde casi nunca prestamos atención a todas las partes que conforman nuestro ser (cuerpo, mente y espíritu), la técnica craneosacral nos ayuda a encontrarnos en nuestra maravillosa globalidad.